Edgar Espinoza Pérez

EL ANTICUARIO Earl Flint, el mismo que descubrió las Huellas de Acahualinca, visitó La cueva de Cuzirisna de Teustepe de Boaco a finales del siglo XIX y escribió varios artículos, principalmente en la revista American Anticuarian de los años 1882. Pero es Samuel Kirkland Lothrop, quien revivió la existencia de este importante lugar en su obra monumental: Cerámica de Costa Rica y Nicaragua (volumen II) de 1926.

            Lothrop resumió las observaciones de Flint de la manera siguiente: “Flint describió una cueva al este de las laderas de las montañas de Cuzirisna. La cueva está situada a unos 60 pies del lecho de un río y tiene dos entradas: uno de ellos había sido relleno de huesos humanos que fueron arrojados al río por un padre. Huesos dispersos también se encontraron en el interior el cual tiene una profundidad de 20 pies. Posteriormente, los huesos de la segunda entrada fueron removidos revelando una cueva de 15 yardas de profundidad, en la cual se encontraron varios objetos incluyendo un asiento de madera”.

            La colección que encontró Flint quedó guardada en las bodegas del Museo de Peabody de la Universidad de Harvard, pero unos 140 años después fueron analizados por arqueólogos de la Universidad del Atlántico de La Florida y se obtuvieron unos resultados muy interesantes: uno de esos resultados es el estado de conservación de los materiales orgánicos. Piel, hueso y madera se conservan bastante bien. Una muestra tomada de un huacal permitió determinar que la cueva estaba ocupada para el año 1400 D. C.

            Los estudios sugieren que el lugar fue un lugar especial para el enterramiento de personas. La mayoría son hombres, muertos de manera violenta, presentan golpes contundentes en el cráneo, el cual fue separado del cuerpo y depositados en huacales.  Una buena parte presentaba deformación craneal intencional la cual también se asocia a personajes importantes. En un principio se pensó que estos individuos eran jugadores de pelota, porque varios fémures mostraban lesiones que se podían asociarse a este tipo de jugadores, pero esta tesis aun no se ha podido corroborar. Llama mucho la atención que uno de los objetos encontrados en la cueva es un banquillo tallado en madera dura, llamado comúnmente duho. Estos asientos se asocian a los grandes jefes o chamanes de la comunidad.

            El cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, cuando visitó al cacique de El Viejo, lo encuentra acostado teniendo como “almohada” uno de estos asientos: por almohada tenia un banquito pequeño de quatro pies, algo cóncavo, quellos llaman duho, é de muy linda é lisa madera muy bien labrado, por cabecera. la cabecera de aqueste lecho era á Oriente, é los piés á la parte del Poniente.

            En algunas sociedades tradicionales de Colombia el antropólogo Gerardo Reichel-Dolmatoof: nos cuenta la importancia que tienen este elemento en las sociedades: “tienen la misma forma como los banquitos comúnmente usados para sentarse pero siempre están tallados de madera, pesada y obscura y por lo general esta adornada con incisiones que forman líneas en zig-zag en sus bordes. Solo puede el chaman sentarse en ellos y cuando no esta en uso se guardan en un lugar protegido”. 

Fuentes

FERNÁNDEZ DE OVIENDO, Gonzalo (1976): Nicaragua en los Cronistas de Indias. Oviedo. Colección Cultural de Centroamérica.

KENDRA, Philmon (2012): An Osteological Analysis of Human Remains from Cusirisna Cave, Nicaragua. Universidad Atlántica de la Florida. Tesis de maestría. [Inédita].

LOTHROP, Samuel Kirkland (1979): Cerámica de Costa Rica y Nicaragua. Managua, Fondo Cultural Banco de América. Dos tomos.

Lista de figuras

Figura 1. Entrada a la Cueva de Cuzirisna en Teustepe Boaco (fotografía Clifford Brown)

Figura 2. Duho de Madera encontrado en la Cueva de Cuzirisna. Obsérvese su buen estado de conservación

Figura 3. Cráneo con evidencias de fracturas por golpe contundentes ante mortem

Figura 4. Fragmento de fémur con evidencias de lesiones frecuentes en la parte distal.

Nota. Las imágenes que acompañan este articulo fueron tomados de la Tesis Philmon Kendra

LA CUEVA DE CUZIRISNA DE TEUSTEPE EN BOACO: LA MORADA DE LOS HÉROES
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